El coche bomba contra las tropas españolas contenía 30 kilos de explosivo y 150 de metralla

El atentado contra las tropas españolas en Afganistán, en el que murieron dos militares y otros cuatro resultaron heridos, se perpetró con una furgoneta cargada con unos 30 kilos de explosivos y otros 150 kilos de metralla. La ministra de Defensa, Carmen Chacón, se encuentra en Afganistán. Desde allí ha dicho que los militares españoles están en este país "para defender la paz y velar por la seguridad de todos" sus compatriotas.

El brigada Juan Andrés Suárez García y el cabo primero Rubén Alonso Ríos fallecieron en el acto y otros cuatro militares resultaron heridos a consecuencia del atentado registrado ayer en la localidad de Aziz Abad en el distrito de Shintant, al sur de la base española de Herat, situada en el oeste de Afganistán.

Está previsto que el avión con sus restos morales llegue esta noche al aeropuerto de Santiago de Compostela.

En cuanto al explosivo, a mayoría del explosivo estaba compuesto por trilita (TNT) e iba reforzada con cuatro proyectiles de artillería gruesa, un cohete de artillería y metralla, según se desprende de las primeras investigaciones del atentado.

El vehículo, conducido por un suicida, impactó contra el BMR español que cerraba un convoy integrado por 12 camiones del Ejército afgano y cinco BMR y un vehículo de ruedas de las Fuerzas Armadas españolas. La gran cantidad utilizada en este atentado suicida ha sido lo suficientemente abundante que hubiera hecho volar por los aires a un  carro de combate.

La ministra repatriará los cuerpos de los dos soldados fallecidos ayer en un atentado suicida. En un emotivo acto en Herat, el contingente militar ha despedido a sus dos compañeros.

Tras visitar a los heridos, en el Hospital español de la Base de Apoyo Avanzado de Herat, Chacón dirigió unas palabras a los soldados españoles que se encuentran en esta base y recordó que España está en este país "junto con otros 40 países de hasta cuatro continentes" porque "aquí se fraguan amenazas contra miles de ciudadanos inocentes y libres del mundo".

"Estamos en Afganistán porque quienes han arrancado la vida de nuestros compañeros no sólo amenazan al pueblo afgano, amenazan la libertad y amenazan la seguridad de todos, también de nuestras familias, también de las familias españolas", afirmó Chacón.

Tres de los heridos, el capitán Enrique Dopico Rodríguez, el sargento primero Gonzalo Miguélez Diegues, y el cabo Alberto Cao Pérez, se encuentran en el hospital ROLE 2, mientras que el herido más grave el cabo primero Antonio Cures García fue trasladado esta madrugada al hospital ROLE 3, donde al parecer fue intervenido con éxito, según ha explicado su hermana.

Los militares españoles,  viajaban en uno de los seis vehículos blindados (cinco BMR y un Vamtac) que acompañaban a 12 camiones afganos, cuando una furgoneta, cargada de explosivos y conducida por un kamikaze, se estrelló contra el último vehículo en el que viajaban los soldados muertos.

Ambos serán condecorados a título póstumo con la Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo por el Ministerio de Defensa, que concederá además a sus familias una indemnización de 140.000 euros, en aplicación de la normativa vigente en materia de recompensas militares y fallecimiento en operaciones de mantenimiento de la paz.

El distrito de Shindand, donde se produjo el atentado, se considera uno de los más peligrosos del país. Allí fue donde, el pasado verano los norteamericanos provocaron la muerte de 90 civiles durante un bombardeo.

España mantiene en Afganistán un contingente de 778 militares destacados en su mayoría en la Base de Apoyo Avanzado de Herat y en el Equipo de Reconstrucción Provincial Badghis. La muerte de estos dos soldados españoles eleva a 87 el número de militares españoles fallecidos en el país asiático desde la llegada de tropas a Afganistán en enero de 2002.

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